México resiste presión de la UE para aprobar acuerdo comercial después de cambios legales

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Los funcionarios mexicanos estarían demorando las discusiones luego de que Bruselas hiciera algunas enmiendas que reflejan una estructura utilizada en un acuerdo entre la UE y Chile a fines de diciembre.

México está resistiendo la presión de la Unión Europea (UE) para firmar un acuerdo comercial que se acordó hace cuatro años, argumentando que los cambios legales propuestos recientemente por Bruselas retrasarán el proceso de aprobación.

El comisionado de comercio de la UE, Valdis Dombrovskis, dijo que los funcionarios mexicanos “se están tomando su tiempo” después de que Bruselas hiciera algunas enmiendas que reflejan una estructura utilizada en un acuerdo entre la UE y Chile a fines de diciembre. Bruselas pensó que los ajustes facilitarían la ratificación del acuerdo, pero la Ciudad de México teme que pueden significar que el tratado requerirá etapas separadas de aprobación.

“En las últimas semanas le propusimos a México una posible solución sobre la arquitectura legal de este acuerdo global modernizado”, dijo Dombrovskis.

“Creemos que es una buena solución, que también toma en cuenta algunas de las preocupaciones de México”, agregó. “Actualmente estamos esperando la respuesta final de México y estamos listos para avanzar”.

México es visto como un potencial exportador líder de maquinaria, electrodomésticos y productos minerales a la UE, conforme Bruselas busca reducir su dependencia de China.

Héctor Vasconcelos, presidente de la comisión de relaciones exteriores del Senado de México y asesor cercano del presidente de izquierda Andrés Manuel López Obrador, negó que México estuviera retrasando el acuerdo comercial. “La posición de México es que no es necesario dividir el acuerdo en partes. Debe ser aprobado como lo acordaron inicialmente las comisiones negociadoras del acuerdo”, dijo, y agregó que los cambios podrían llevar a que se requiera una renegociación del acuerdo.

El partido gobernante Morena de López Obrador y sus aliados tienen mayoría en el Senado, que debe ratificar el tratado. El Ministerio de Economía, que es responsable de negociar el acuerdo comercial, no respondió a las solicitudes de comentarios.

México quiere que se apliquen disposiciones sobre cuestiones como un régimen modernizado de protección de inversiones tan pronto como entre en vigor el acuerdo comercial para reducir los aranceles, pero la UE está a favor de retrasarlas. Esto se debe a que los parlamentos nacionales deben votar a favor de éstas, al igual que el parlamento europeo. Los gobiernos nacionales pueden aprobar acuerdos exclusivamente comerciales.

 

Modelo chileno

La UE ha tenido dificultades para completar acuerdos comerciales completos desde su Acuerdo Económico y Comercial Integral (CETA, siglas en inglés) con Canadá, en 2016. Ese acuerdo aún espera la ratificación de 10 de los 27 Estados miembros que se oponen a los capítulos de protección de inversiones, que otorgan a las empresas el derecho a buscar compensación por parte de los gobiernos, aunque parte del acuerdo se está aplicando provisionalmente. Así que Bruselas ha presionado por acuerdos “divididos” para que los aranceles puedan reducirse incluso si los parlamentos nacionales se oponen a las disposiciones más amplias.

Bruselas todavía espera poder firmar un acuerdo único con la Ciudad de México y permitir que se aplique la parte comercial mientras los capítulos más complicados esperan la ratificación de los parlamentos nacionales, el proceso utilizado en el modelo de Chile. El acuerdo con Chile podría firmarse este otoño, dijo Dombrovskis el mes pasado.

La UE fue el mayor mercado de exportación de México después de EEUU en 2021. Importó 23.400 millones de euros de bienes de México, con exportaciones por un total de 37.700 millones de euros. En 2020, las empresas de la UE tenían una inversión por valor de 176 mil millones de euros en el país.

 

Tensiones geopolíticas

México también está a punto de beneficiarse de la “localización cercana” (nearshoring) a medida que las empresas trasladan la producción de China a las Américas. Un informe del año pasado del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estimó que las exportaciones podrían aumentar en US$78 mil millones al año desde América Latina y el Caribe debido a la reubicación de operaciones en el corto y mediano plazo.

Dombrovskis dijo que la UE quería diversificar el comercio y usar acuerdos para evitar “dependencias estratégicas” de países como lo hizo con el gas de Rusia.

“Tras la agresión de Rusia contra Ucrania y la postura ambigua de China a este respecto, claramente hay una reevaluación de nuestra política con China”, dijo, y agregó que Bruselas “continuará interactuando con China, pero sin ingenuidad y gestionando adecuadamente los riesgos”.

El exprimer ministro de Letonia, uno de los comisarios europeos más liberales, también respaldó un mayor escrutinio de la inversión china en nuevas tecnologías verdes en Europa, como las plantas de baterías para vehículos.

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