Sin aviones de combate ni alertas de cohetes, una tensa calma regresó este viernes a la Franja de Gaza y a Israel por la entrada en vigor de un alto el fuego, aunque nuevos choques entre palestinos y policías israelíes se registraron en Jerusalén.
Los nuevos enfrentamientos estallaron entre fieles palestinos y agentes israelíes en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar más sagrado del islam, en Jerusalén Este, el sector palestino de la Ciudad Santa ocupado por Israel.
Choques similares, hace unas dos semanas, fueron el detonante de la escalada de violencia que opuso al ejército israelí y al movimiento islamista Hamás y que se saldó con la muerte de 243 palestinos, incluyendo 66 menores y combatientes, según las autoridades gazatíes, y de 12 personas en Israel, incluyendo a un niño, una adolescente y un soldado, según la policía.
Otros incidentes estallaron en barrios de Jerusalén Este y en el paso fronterizo de Qalandiya entre Jerusalén y la Cisjordania ocupada, explicó la policía.
“Cumplimos los objetivos, es un éxito excepcional”, afirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, comentando la ofensiva militar de su país contra el territorio de Gaza, gobernado por Hamás desde 2007 y en el que viven unos dos millones de palestinos.
“Más de 200 terroristas, entre ellos 25 con rango”, murieron durante la ofensiva, afirmó Netanyahu.
El jefe del buró político de Hamás Ismail Haniyé saludó por su lado una “victoria estratégica” para su movimiento: “Asestamos un golpe duro y doloroso que dejará marcas profundas en la entidad” israelí.
Haniyé dio las gracias a Egipto, que actúa como mediador, a Catar “por su papel político y diplomático”, a la ONU y a Irán, “que suministró financiamientos y armas al movimiento”.
Irán saludó la “victoria histórica” de los palestinos y reiteró su apoyo tras la entrada en vigor del cese del fuego.
“Su resistencia forzó al agresor a partir en retirada”, tuiteó Said Khatibzadeh, portavoz del ministerio iraní de Relaciones Exteriores.
La tregua, que entró en vigor el viernes se logró principalmente por la mediación de Estados Unidos y de Egipto.
Tras el anuncio de la tregua, miles de palestinos festejaron el fin de los bombardeos israelíes en las calles de Gaza. Manifestaciones de júbilo que también se observaron en varias ciudades de Cisjordania y Jerusalén Este, ocupados.
Aprovechando el cese de los bombardeos, los habitantes de Gaza, enclave sometido a un bloqueo israelí desde hace 15 años, salieron a inspeccionar los daños y sus viviendas, muchas de las cuales quedaron devastadas por los ataques de Israel.
“Ha sido una verdadera guerra, aterradora, durante 11 días. Ni nosotros ni los niños pudimos dormir a causa de los bombardeos. Estamos muy felices tras el alto el fuego”, declaró Mohamad Abu Odeh, un palestino de la Franja de Gaza.
Al menos cinco cadáveres y una decena de supervivientes se hallaron en uno de los túneles del enclave, blanco de los bombardeos de Israel, según los rescatistas, que continúan con sus labores.
SOLUCIÓN POLÍTICA
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, agradeció a Egipto el papel desempeñado en el alto el fuego, que calificó de “oportunidad genuina para avanzar” hacia la paz entre israelíes y palestinos.
Dos delegaciones egipcias llegaron a Israel y a los Territorios palestinos “para vigilar” el respeto del cese del fuego, indicaron el viernes medios oficiales egipcios.
De su lado, el secretario de Estado norteamericano Antony Blinken viajará a Oriente Medio “en los próximos días”.
En el extranjero, Alemania también aplaudió el alto el fuego pero consideró que habría que “abordar las causas profundas” del conflicto en Oriente Medio.
El papa Francisco también se congratuló por la tregua e invitó a toda la Iglesia Católica a rezar por la paz.
Las negociaciones de paz, suspendidas desde 2014, tropiezan en numerosos puntos, como el estatuto de Jerusalén Este y la colonización israelí de los Territorios Palestinos. Además, la posible solución de dos Estados, uno palestino y uno israelí, ha perdido fuerza en los últimos tiempos.
Hamás comenzó el 10 de mayo a disparar cohetes contra Israel en “solidaridad” con los cientos de palestinos heridos en enfrentamientos con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén.
Los choques derivaron de las protestas contra la posible expulsión de varias familias palestinas, en beneficio de colonos israelíes, en un barrio de la Ciudad Santa.
Después de los ataques con cohetes, Israel lanzó una operación para “reducir” las capacidades militares de Hamás.
Según las fuerzas armadas israelíes, Hamás y la Yihad Islámica lanzaron más de 4 mil 300 cohetes hacia Israel, y más del 90% de estos fueron interceptados por el escudo antimisiles israelí.