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Cajeme, Son. A 12 kilómetros de la comunidad yaqui Vícam, un leñador localizó una fosa clandestina con un cuerpo semienterrado con características del líder étnico, Tomás Rojo Valencia, quien fue reportado como desaparecido el 27 de mayo; la Fiscalía de Sonora realiza comparativas de ADN para determinar si se trata del vocero yaqui.

A través de un comunicado, la Fiscalía General de Justicia de Sonora informó que una persona que buscaba leña a 12 kilómetros al Sureste del pueblo yaqui Vícam y a 2 kilómetros al Este de la Carretera Estatal 29, localizó una fosa clandestina con un cuerpo semi enterrado entre los arbustos.

En el lugar se recolectaron diversos indicios como prendas de vestir, las cuales coinciden con la descrita por familiares en la denuncia, que traía el Tomás Rojo el día que salió de su domicilio la mañana del 27 de mayo, entre ellas destaca el característico pañuelo rojo que a diario portaba en su cuello.

Personal de Servicios Periciales de la FGJE, notificaron que realizan comparativas de ADN para determinar si se trata de Tomás Rojo Valencia, vocero de la etnia Yaqui: “Personal de Servicios Periciales, de la FGJE Sonora, recolectaron indicios y prendas que coinciden con la descrita por familiares en la denuncia, que vestía el vocero el día de su desaparición; sin embargo, será la ciencia quien dé la certeza o no de la identidad de los restos”.

Desde ese mismo día que Tomás Rojo no volvió a casa, su hija Pamela Samatra denunció ante las autoridades ministeriales que su padre, el vocero yaqui salió de su domicilio de Vícam para caminar, como era su costumbre, pero ya no se supieron más de él.

Elementos de los tres niveles de Gobierno junto a la Comisión de Búsqueda de Personas para el Estado de Sonora mantuvieron acciones de búsqueda por varias zonas de la región, con apoyo y permisos de la Guardia Tradicional Yaqui.

El yaqui Tomás Rojo Valencia, líder de la etnia fue uno de los principales opositores del Acueducto Independencia en la administración de Guillermo Padrés Elías, por lo que fue amenazado y perseguido por fuerzas policiales de ese momento. Encabezó la llamada guerra por el agua en Sonora acompañado por un séquito de yaquis, entre ellos Luis Urbano Domínguez Mendoza, asesinado el pasado 8 de junio en el centro de Cajeme.