Condena internacional tras el mortífero ataque en Kramatorsk

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El bombardeo con misil que mató el viernes a 52 personas en una estación de tren en Kramatorsk, en el este de Ucrania suscitó la condena de la comunidad internacional. El presidente Volodimir Zelenski pidió “una respuesta mundial firme”.

El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrel condenó lo que consideró un “ataque ciego”. De su lado, Joe Biden acusó a Moscú de cometer una “atrocidad horrible”. En Francia, el canciller Jean-Yves Le Drian aseguró que el bombardeo en Kramatorsk era “un crimen contra la humanidad”.

Desde Kiev, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió “una respuesta mundial firme” tras este mortífero bombardeo que mató el viernes a 52 personas, incluidos cinco niños.

“Es otro crimen de guerra de Rusia por el que alguno de los implicados deberá hacerse responsable”, dijo Zelenski en un mensaje de video tras el ataque.

Por su parte, Moscú negó su implicación en el ataque, asegurando que no disponía del tipo de misil usado y que había sido una “provocación” ucraniana.

Sin embargo, un alto responsable de Defensa estadounidense señaló que los rusos “notificaron inicialmente un ataque exitoso” y que “se retractaron únicamente tras informaciones sobre víctimas civiles”.

De hecho, el ministerio ruso de Defensa había informado el viernes de la destrucción con misiles de alta precisión de “armamentos y otros equipos militares en las estaciones de Pokrovsk, Sloviansk y Barbinkove”, localidades cerca de Kramatorsk, la “capital” de la parte del Donbás todavía bajo control de Kiev.

“Por nuestros niños”

El misil cayó hacia las 10:30am locales, cuando cientos de personas acuden diariamente a la estación con la esperanza de subirse a un tren para salir del Donbás, escenario desde 2014 de una guerra entre las fuerzas ucranianas y los separatistas prorrusos.

La agencia France Presse confirmó haber visto por lo menos 30 cadáveres que fueron cargados en un camión militar. Frente a la estación había los restos retorcidos del misil, con la inscripción en ruso: “Por nuestros niños”, una frase habitualmente usada por los separatistas rebeldes. La estación quedó llena de maletas abandonadas, vidrios rotos y escombros.

La tragedia coincidió con la visita a Ucrania de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, quienes se encontraban en Bucha, ciudad cerca a Kiev donde aparecieron decenas de cadáveres con ropa de civiles, algunos con las manos atadas a la espalda tras la retirada de las tropas rusas, a principios de abril.

“Estoy profundamente convencida que Ucrania ganará esta guerra”, dijo Von der Leyen en Kiev en una conferencia con Zelenski, que el sábado también recibirá la visita del canciller austríaco, Karl Nehammer.

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