La última rueda de negocios de la semana en el mercado internacional de Chicago, presentó fuertes caídas para los valores de la soja y el trigo, mientras que el maíz fue el único que operó en terreno positivo.
El precio de la soja del contrato con vencimiento en julio próximo cayó un 2,92% 0 USD 18,01 y la tonelada cotizó en USD 597,47. Según los técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, los valores están presionados por suministros estadounidenses mayores a los esperados, y por una demanda más lenta de la oleaginosa.
En el caso del trigo, el contrato julio registró pérdidas del 4,32% o USD 13,75 y cotizó a USD 305,45 la tonelada, como consecuencia del informe de ayer del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) mostró que tanto los stocks como la superficie sembrada del cereal se encontraban alineadas con las expectativas del mercado.
Y a todo esto el maíz, contrato julio próximo, subió un 1,45% o USD 4,23 y la tonelada se ubicó en USD 297,08, ya que ayer el USDA informó que el área sembrada del grano amarillo en los Estados Unidos se ubicó por encima de las estimaciones de los analistas, en medio de una situación climática compleja.
Mientras tanto, en la Argentina hoy se conoció el informe mensual de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), desde donde detallaron que durante junio las empresas exportadoras de cereales y oleaginosas liquidaron exportaciones por más de USD 3.815 millones. “Se trató del “mejor mes de junio desde que se llevan los registros mensuales de divisas”, señalaron las entidades, y agregaron que en lo que va del año el aporte superó los USD 19.144 millones.
Según el detalle de CIARA-CEC, el sector recibió el impacto negativo de las condiciones climáticas desfavorables durante la última cosecha de granos gruesos, como maíz y soja, como así también los cortes de ruta de los transportistas autoconvocados por la problemática del gasoil, que frenó el ingreso de camiones a los puertos exportadores. “Esto profundizó la capacidad ociosa de la industria de molienda de soja que sigue trabajando con márgenes negativos aun en plena campaña gruesa. A su vez los retrasos de recupero de IVA de exportación están disminuyendo la capacidad de pago del sector exportador”, señaló el informe privado.
Con los efectos de una situación climática adversa, por la ausencia de precipitaciones, avanza la siembra de trigo a nivel nacional. Un cultivo que también debe enfrentar la incertidumbre de los productores por el futuro de la economía y de la política agropecuaria, el aumento de los costos de producción y el temor a que las últimas medidas restrictivas del Banco Central a las importaciones, derive en problemas para el abastecimiento de fertilizantes.
De acuerdo al relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario, en la región núcleo el avance de siembra es del 70%, y se trata del más bajo de los últimos 10 años. Solamente en el centro sur de Santa Fe hay posibilidades de incorporar unas 50.000 a 100.000 hectáreas más, gracias a las lluvias que se registraron el pasado martes.
Además, en el resto de la región los técnicos de la entidad rosarina aseguraron que “domina la decepción por los milímetros que no llegaron”, y donde la mayoría de los lotes que no pudieron sembrarse “se destinarán a soja de primera”. Esa situación ya se está registrando en el sur de Santa Fe, como en Bigand que necesitaría el auxilio de unos 20 milímetros para terminar con el trigo. Por otro lado, en el extremo santafesino, desde Venado Tuerto al sur, las mejores condiciones iniciales permitieron completar los planes de siembra.
